La construcción de la central hidroeléctrica Bhanka Soka en Sierra Leona se completó en 2016 y está ubicada a lo largo del río Bankasoka, cerca de Port Loko. La planta de 2 MW está actualmente operativa y fue financiada por el Gobierno de China mientras ONUDI financió el estudio de viabilidad. La central, valorada en 7.7 millones de euros, está catalogada como pequeña central hidroeléctrica.
Reportado en agosto de 2014
Comienza la construcción de la central hidroeléctrica Bhanka Soko de 32 millones de dólares en Sierra Leona
Ha comenzado la construcción de una central hidroeléctrica con apoyo de las Naciones Unidas en el noroeste de Sierra Leona en un esfuerzo por llevar electricidad a la comunidad local, que se espera se beneficie de mejores servicios de riego, agua y saneamiento y mayores oportunidades comerciales.
La planta de tres megavatios de capacidad situada en el río Bankasoka, cerca de la localidad de Port Loko, está financiada por el Gobierno de China y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), según la agencia de la ONU, que promueve el desarrollo industrial para la reducción de la pobreza, inclusive globalización y sostenibilidad ambiental.
"Las pequeñas y microcentrales hidroeléctricas en zonas rurales de Sierra Leona ayudarán a mejorar el acceso a servicios energéticos modernos e impulsarán las actividades de mercado y el riego", dijo el Director General de la ONUDI, Kandeh K. Yumkella, quien acompañó al Presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma. durante la colocación de la primera piedra de la planta.
Yumkella dijo que la ONUDI está trabajando en un estudio de viabilidad para un proyecto hidroeléctrico de 10 megavatios en Sierra Leona que será financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) por 32 millones de dólares. El FMAM es una organización financiera independiente que proporciona subvenciones a países en desarrollo y países con economías en transición para proyectos relacionados con cuestiones como la biodiversidad, el cambio climático y la degradación de la tierra.
El jefe de la ONUDI señaló que aumentar el acceso a los servicios energéticos modernos era un requisito previo para crear oportunidades sociales y económicas que deberían mejorar la vida de los más pobres del mundo.
Se necesita desesperadamente avances, dijo, ya que una de cada cinco personas en todo el mundo todavía carece de acceso a la electricidad. Casi tres mil millones de personas –más del 40 por ciento de la población mundial– dependen de la madera, el carbón vegetal o los desechos animales para cocinar y calentarse.
