Una congregación judía local, ÍKAR, está colaborando con Community Corp de Santa Mónica, Los Ángeles para reconstruir terrenos en el límite de Mid-City y Pico-Robertson en apartamentos para personas mayores. La propuesta, que se dio a conocer en un artículo de opinión de marzo en el Jewish Journal, se levantará de un sitio en 1737 S. La Cienega Boulevard, reemplazando una estructura comercial que IKAR compró por US$ 6.9 millones en 2020. El proyecto planificado, que aún no se ha presentado para la aprobación de la Ciudad de Los Ángeles, propone la construcción de 55 unidades de vivienda de apoyo permanente.
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Wirtschafter agrega en su artículo de opinión que en California, las restricciones de zonificación municipal se han utilizado para excluir a grupos desfavorecidos y personas de color de ciertos vecindarios, si no de ciudades enteras. Las restricciones mínimas de estacionamiento, que tradicionalmente se han impuesto a las organizaciones religiosas, se encuentran entre las reglas que han creado una barrera para proyectos como el propuesto por IKAR y Community Corp.
Los planes de IKAR son posibles gracias a la legislación establecida por los legisladores de California que permite que las organizaciones religiosas eliminen hasta el 50% de sus espacios de estacionamiento en el sitio si se reemplazan con viviendas asequibles. Wirtschafter también anunció el apoyo de la organización a la medida de la asambleísta Buffy Wicks, AB 2244, que ofrecería a las congregaciones una reducción del 50 % en el estacionamiento necesario en el lugar al crear viviendas asequibles.
“En Los Ángeles, como en ciudades de todo el país, el costo de la vivienda, tanto para alquilar como para comprar, ha aumentado en los últimos años, pero los salarios y el ritmo de construcción no han seguido el mismo ritmo. Como resultado, nos enfrentamos a una crisis habitacional masiva, que está siendo soportada de manera desproporcionada por quienes tienen menos recursos económicos en nuestras ciudades: los pobres, los ancianos, las personas con discapacidad, las mujeres que huyen de la violencia doméstica, los inmigrantes y los negros, que han sido sistemáticamente excluidos. Todos estos grupos están sobrerrepresentados entre los sin hogar”, escribe Brooke Wirtschafter, directora de organización comunitaria de IKAR.
