El proyecto es una asociación público-privada. El Gobierno del Condado de Meru, a través de la Corporación de Inversión y Desarrollo del Condado de Meru (MCIDC) será propietario de parte del proyecto una vez que esté operativo y laboratorio de viento será dueño de la otra parte del proyecto. El acuerdo también incluye esfuerzos de desarrollo de capacidades y transferencia de conocimientos.

Una vez finalizada, se espera que la planta produzca un total de 80MW de energía. Además, el gobierno ya ha establecido un fondo de 47 millones de dólares estadounidenses en asociación con el Banco Mundial para acelerar la adopción de soluciones viables de cocina solar y limpia.